¿Qué esperar de una primera consulta?
Pedir una primera consulta para iniciar un proceso terapéutico no siempre es una decisión sencilla. Muchas veces viene precedido de un tiempo pensándolo, de miedo ante lo desconocido, de expectativas sobre cuánto nos puede ayudar este recurso... Por eso aprovecho este espacio para contarte qué puedes esperar de esa primera consulta y de cómo solicitarla.
En general, una primera consulta es una sesión de valoración. La idea es dedicar ese espacio a pararnos a analizar cuál es la situación actual, qué es lo que nos ha traído a ella, qué es lo que podemos cambiar con la psicoterapia (y qué no) y cuáles son las expectativas en relación a su utilidad. La psicología es una ciencia útil y ayuda a aliviar el sufrimiento pero también tiene sus limitaciones. Por ejemplo, no puede cambiar circunstancias externas ni el comportamiento de otras personas, aunque sí puede ayudarnos a cambiar cómo nos relacionamos con ello y cuánto nos influye.
Un proceso terapéutico es un proceso colaborativo y activo, es decir, cliente y terapeuta trabajan como un equipo para encontrar, juntos, soluciones nuevas que el cliente irá probando en su día a día. La terapeuta, desde su conocimiento profesional, acompaña y guía, mientras que el cliente será quien pondrá en marcha las acciones en dirección al cambio.
Además de valorar la utilidad de iniciar un proceso de terapia, esta primera sesión también sirve para conocernos y ver si el modelo de trabajo es el que encaja con lo que buscas. Las consultas posteriores se acuerdan conjuntamente, de modo que su frecuencia depende de tus necesidades y circunstancias.